miércoles, 12 de agosto de 2009

Un real acierto

No siempre estoy de acuerdo con las actitudes de la Familia Real, y ni siquiera estoy seguro de que la existencia de estos personajes de sangre azul sea necesaria para nuestro país. Pero tengo que reconocer que un gesto tan sencillo como permanecer en Mallorca sin rectificar un ápice la agenda prevista, aun a pesar de la sucesión de explosiones promovidas por ETA, ha sido sumamente acertado, además de valiente. Si el Rey y los suyos se hubiesen marchado de la isla, ¿qué no hubieran hecho los turistas? Por el contrario, la permanencia de los Borbones y su séquito ha dado al mundo una sensación de confianza, de seguridad y de esperanza que, esta vez sí, se merece mi aplauso.