Perlas del Guadalentín

Hace menos de una semana que escuché de nuevo sus viejos pero inmortales grandes éxitos.   Se llamaba Bobby Farrell y era el miembro masculino del cuarteto Boney M.   Un tipo simpático y vibrante, puro nervio, que se retorcía como nadie en el escenario aunque no pasaría mucho tiempo hasta que nos enteráramos de que no era él quien cantaba, sino el compositor y productor Frank Farian.   Pero en el fondo eso no importa.   La imagen de Bobby Farrell, contorsionándose en “Daddy Cool” y sobre todo en “Rasputin”, permanece y permanecerá imborrable en mi memoria.

Supongo que podría considerárseme un internauta, pues todos los días navego un ratito por internet.   También me he descargado música y películas, como todo el mundo.   Pero no creo que eso de poder descargarse, impunemente y sin pagar ni un euro, la película que se está exhibiendo en el cine de al lado, esté bien.   Parece que la “Ley Sinde” va a tener una segunda oportunidad en el Congreso, y, a falta de una normativa mejor, no creo que esté de más pulirla y adaptarla a la realidad de un país en el que culturalmente se confunde la libertad con el abuso.

A todos mis lectores y amigos, os deseo para estas Fiestas una manita de paz, amor, alegría, salud y felicidad. Que seáis muy pero que muy felices.