Mazazo blanco
Terrible mazazo el que sufrimos anoche todos los simpatizantes del Barça que aún amamos sus colores sin pensar en la política o en el idioma en el que habla su presidente. Un golpe así duele especialmente porque quien lo propinó fue el enemigo número uno, pero tampoco hay que obcecarse en esto, porque quien nos derrotó no fueron los méritos de los blancos sino los deméritos de los azulgranas, especialmente concretados en Ronaldinho (lo de este hombre parece ya irrecuperable y más que lastimoso) y en el técnico Frank Rijkaard, que, viendo como estaba el delantero brasileño, le dejó continuar en el campo mientras calentaba banquillo la gran perla de la cantera, un formidable Bojan Krkic (que a punto estuvo de dar al vuelta al partido él solito en los escasos diez minutos que estuvo sobre el campo) , así como el no menos prometedor Giovani Dos Santos. Rijkaard y los que le apoyan han perdido el rumbo, y ya sólo queda media Liga para recuperarlo.
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