La otra gripe
Para alivio de Zapatero, durante unos días se va a hablar menos de crisis y más de salud. Después del ya añejo síndrome de la colza, de la gripe aviar, de las vacas locas, del aceite de soja y de los productos lácteos provenientes de China, ahora lo que provoca nuestros más cervales temores es la gripe porcina oriunda de México. Dice el camarero que me sirve las tostadas que sólo era éso lo que le faltaba, que ahora nadie va a querer consumir jamón ni salchichas ni morcillas ni pancetas hasta que todo se aclare, que hubiera sido mejor callarse la boca y no decir nada. Hombre, no sé yo, pero pienso que lo que procede es darles a las cosas la importancia debida: ni provocar el pánico ni exponer irresponsablemente a la población a una enfermedad no letal si se coge a tiempo, pero que, de momento, está inquietando no sólo a España sino a casi todo el mundo mundial.
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