Una inmigrante iraní que vive en Catalunya invoca la Ley del Talión para exigir justicia… ¿pero qué justicia?. Hace unos años, un ex-novio al que rechazó le arrojó ácido sobre la cara , dejándola marcada y, lo que es peor, dejándola ciega. Ahora, la muchacha se marcha para Irán dispuesta a exigir el cumplimiento de la Ley islámica, que le permitirá dejar ciego de un ojo (dado que, para los iraníes y algunos otros musulmanes, la mujer vale la mitad que el hombre, la agredida que pierde dos ojos “sólo” puede aspirar a arrebatarle uno a su agresor) al individuo que destrozó su vida, si bien la interfecta está estudiando la posibilidad de pagar 20.000 euros de nada para poder cobrarse, también, el otro globo ocular. ¿Por qué llaman a ésto “Ley” cuando deberían llamarlo “venganza” o simplemente “barbarie”?.
Ya he dicho más de una vez que mi grado de confianza en el actual Gobierno está bajo mínimos. Cosas como la del nuevo modelo de Financiación Autonómica me inducen a tal extremo. Fijáos, si no, en esa absurda precipitación con la que Zapatero quería cerrarlo durante un tórrido fin de semana de Julio. ¿Es realmente porque les importe que todas las Comunidades autónomas vean redistribuídos legítimamente sus ingresos y sus contribuciones a Hacienda? Por supuesto que no. Simplemente se trata de que, si no se les da más dinerito a determinados grupos cuasi separatistas, la soledad parlamentaria del PSOE le podría obligar incluso a convocar elecciones anticipadas. Al fin y al cabo, sólo éso importa: no perder el control, no ceder el poder. No, no me gusta nada cómo se están haciendo las cosas.
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