Qué hijoputez



El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha obligado a una empresa a readmitir a un trabajador que fue despedido por llamar a su jefe “Hijo de puta”. Ya sabemos, por tanto, que ese insulto tan ofensivo para nuestras Santas madres NO es causa de despido. La pregunta es: ¿podemos llamar a nuestros superiores “Cabrón”, “Maricón”, “Gilipollas” o “Merengón” sin miedo a perder nuestro puesto de trabajo?.

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