Hace un mes que salió de El Aaiún, y lleva 29 días en huelga de hambre. A mí me parece perfecto que Aminatou Haidar se aferre a la inanición como quien se aferra a una bomba o a un referéndum, pero ¿por qué demonios tiene que hacerlo en España? O sea, encima de que la dejan entrar sin visado ni pasaporte, ahora resulta que España tiene la culpa de no sé de qué crimen o delito, sólo por haber acogido a alguien que está dispuesta a autoinmolarse para llamar la atención acerca de una causa política. Y todos esos intelectuales que la rodean y veneran, lo que deberían decirle es que aporta más a un ideal un luchador vivo que un héroe muerto, entre otras cosas porque el muerto, una vez muerto, ya nada más puede hacer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario