Primero fue el escándalo de la portada de El Jueves con la caricatura de don Felipe y doña Letizia. Después, la quema de fotos del Rey, que inauguró el retorno de los vientos republicanos. Más tarde, la polémica visita de los Monarcas a Ceuta y Melilla, y, por último (o éso parecía), el castizo incidente entre don Juan Carlos y el tarzán venezolano, Hugo Chávez. Por si todo ésto fuese poco, la Casa Real acaba de anunciar el “cese” de la convivencia entre doña Elena y su apuesto marido, Jaime de Marichalar. Es como si un árbol estuviese a punto de caer y todas las adversidades acecharan para convertirlo en leña. ¡Qué mal año para la realeza! Este 2007 sí que está siendo un annus realmente horribilis.
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